Definitivamente, Viena es más fácil de recorrer, el transporte público es mejor y más fácil de usar, hay más gente que habla inglés y los puntos arquitectónicos más destacados se concentran en un radio de 6 kilómetros. Además, Viena tiene más museos de arte de gran calidad y, en general, es más turística que Budapest.
Sin embargo, Viena no se diferencia tanto de otras ciudades de Europa Occidental. Por el contrario, Budapest cuenta con uno de los edificios del parlamento más flamantes del mundo, iglesias bizantinas (cristianas ortodoxas), hermosas casas de baños y muchos lugares relacionados con interesantes historias de la época del régimen comunista controlado por la Unión Soviética.
Dos ciudades increíbles, ambas en el Danubio, pero muy diferentes.
Si aún estás indeciso, te recomiendo que pases por una librería y -sin comprarlo- te hagas con un ejemplar de la guía Lonely Planet para Europa. El párrafo de introducción de cada ciudad da una idea muy buena y general de cómo es la ciudad.