La información que necesita está en el sitio web de la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria, que es responsable de todos los animales vivos que entran en el país en compañía de personas, ya sea como acompañantes o de otro modo. Disponen de consejos para perros . He rellenado el formulario allí suponiendo que tu perro tiene más de ocho meses (ya que no has dicho cachorro) y dice que el único requisito real es el certificado de rabia. Citando:
El certificado de vacunación antirrábica debe:
- estar escrito en inglés o francés;
- ser emitida y firmada por un licenciado veterinario autorizado;
- identificar al animal (raza, sexo, color y peso);
- declarar que el animal está vacunado contra la rabia;
- indicar la fecha de la vacunación;
- indicar el nombre comercial y el número de serie del vacuna autorizada;
- y especificar la duración de la inmunidad (en caso contrario, se se considerará válida durante un año a partir de la fecha de vacunación).
Y sin ella, no es que no te dejen entrar. En cambio
Si un perro no cumple los requisitos canadienses de importación de la rabia, se exigirá a los propietarios, a su cargo, que vacunen al animal contra la rabia en un plazo determinado y que presenten el registro de vacunación en una oficina de la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria.
Se le cobrará una cuota de 30 dólares por el tiempo del oficial para asegurarse de que su certificado está bien y coincide con su perro. También puede traer algo de su propia comida para perros.
0 votos
¡Cuidado! Ontario (al menos) tiene leyes específicas para las razas. Mis suegros están en Buffalo, nosotros en Detroit y no podemos atravesar Canadá debido a estas leyes. Esperar alrededor de 2 + horas más si usted tiene que cortar a través de Ohio y PA. (Ugh.)
0 votos
@ClintonPierce, gracias, es bueno saberlo. Wikipedia dice que no permiten ningún pitbull, pero por suerte la nuestra no tiene ningún pitbull evidente. Sin embargo, ¡es triste que existan esas leyes!
0 votos
Por si sirve de algo, al ir en dirección contraria, el aduanero estadounidense miró a nuestro anciano Goldie y se limitó a escanear nuestros pasaportes como de costumbre. Llevábamos un certificado de rabia, pero no nos pidió que lo viéramos.