Se trata de un "control corto" de las maletas, es decir, el control de las maletas en un punto intermedio del viaje.
Algunas compañías aéreas permiten facturar maletas de forma abreviada, aunque la mayoría sólo lo permiten en circunstancias específicas, como conexiones largas o nocturnas. Incluso las aerolíneas que solían permitirlo están empezando a desautorizarlo; por ejemplo, United Airlines ha actualizado recientemente su contrato de transporte para desautorizar específicamente la facturación en corto.
En el caso concreto de KLM, sí que permiten facturar maletas en corto, aunque cobran una tasa por hacerlo; solía ser de 225 euros por maleta, aunque puede que ahora sea más alta. Aun así, en una conexión tan corta es posible que te digan que no, ya que las probabilidades de que puedas recoger tus maletas y llegar al vuelo de conexión son muy bajas.