Para mí, la clave no está en quién o dónde te alojas, sino en convencer a las autoridades de que te irás a casa como es debido cuando termines tu visita.
El CBP no tiene conocimiento de lo que haces una vez que te dejan entrar, y no tiene la capacidad de rastrear tus movimientos, por lo que sólo tienen una oportunidad para determinar la probabilidad de que te quedes. Por lo tanto, si puedes convencerles al entrar de que te irás según lo previsto (y de que no harás nada ilegal), no debería haber ningún problema para entrar. Esta prueba incluiría ser honesto sobre dónde vas, qué harás, cuánto tiempo te llevará, así como proporcionar información sobre los hogares/trabajo/escuela/familia en tu país de origen.
Sólo hay que ser honesto con el funcionario del CBP que te entrevista en inmigración y responder a sus preguntas tal y como te las hacen. Pero no les digas cosas que no te pidan o que no necesites para responder a sus preguntas. Ellos saben lo que hacen y saben lo que quieren saber.
Aparte de eso disfrutar de