Como han señalado los comentaristas, el concepto de estar preparado para llenar asientos vacíos por una tarifa baja ya no existe realmente, al menos en cualquier gran compañía aérea. Pero sí existen situaciones en las que uno puede encontrarse en tierra firme sin una tarjeta de embarque, pero que aún así necesita llegar a la puerta para continuar el viaje.
Por ejemplo, aunque su billete esté confirmado, si no tiene una asignación de asiento y el vuelo está sobrevendido y facturado en su totalidad, la aerolínea no puede emitirle una tarjeta de embarque. Por otro ejemplo, su vuelo original puede ser cancelado y la aerolínea no puede confirmarle el próximo vuelo o dos salidas, pero está dispuesta a dejar que usted los espere.
Si te encuentras en tal situación a nivel nacional, la aerolínea te emitirá un Tarjeta de gestión de salida . La etiqueta puede variar, en algunos casos, puede ser indistinguible de una tarjeta de embarque excepto por el sello de en espera o algo así pero en cualquier caso toma el lugar de la tarjeta de embarque y te hace pasar por el control de seguridad. El resto de su documentación e identificación debe estar en orden como siempre.
Se le pondrá en la lista de espera, de la cual los pasajeros recibirán asientos originalmente asignados a los que no se presentaron en la última media hora o así antes del vuelo. El orden en el que se le coloca en la lista de espera variará de una aerolínea a otra, y cada una utilizará su equilibrio arcano de estatus de viajero frecuente, las reglas de las tarifas, el tiempo de facturación, las conexiones de continuación y otros factores para determinar su prioridad. Si pueden acomodarlo, el agente de la puerta de embarque le entregará una tarjeta de embarque en la puerta. Si no, puede pedir que lo pongan en la lista de espera para el próximo vuelo.
Nunca he tenido que lidiar con una situación así en un vuelo internacional de un país con control de salida, y no sé si una tarjeta DM sería suficiente para atravesarlo.