En este momento, las cosas en los aeropuertos de Moscú son bastante normales. Si fuera a volar allí dentro de una semana, no me preocuparía demasiado. Dentro de un mes, todo está perdido.
Mientras las sanciones económicas contra Rusia sigan siendo nominales y se dirijan sólo a unos pocos funcionarios clave, la situación debería seguir siendo normal para el resto de nosotros. Sin embargo, si Rusia no cede y devuelve Crimea a Ucrania (lo que no parece probable), es probable que se apliquen sanciones reales. Cuando eso ocurra, puede haber severas restricciones para los vuelos entre Rusia y la UE.
Irak hizo algo similar en 1990. Como sólo era una potencia regional, el resto del mundo fue a la guerra para revertir la anexión de Kuwait. Rusia es un actor mucho mayor, por lo que nadie se plantea seriamente una intervención militar. Aun así, me sorprendería mucho que los futuros acontecimientos no causaran graves inconvenientes a casi todos los que viajan a Rusia por negocios, por placer o en tránsito.
Debería ir a una conferencia en Moscú en junio, pero he retrasado los preparativos del viaje y la solicitud del visado hasta el último momento. Por desgracia, ese último momento posible será dentro de un par de semanas, y no hay indicios de que la situación se resuelva antes.