No hay países que prohíban el dólar estadounidense, porque es una moneda de comercio mundial. Es una moneda que controla los tipos efectivos de otras monedas debido al gran impacto de la economía estadounidense en otras economías mundiales.
Además, la gran mayoría de los movimientos monetarios internacionales se realizan en las llamadas "monedas principales", como el dólar estadounidense, el euro y la libra esterlina. Por lo tanto, sea cual sea la moneda con la que empiece, al intercambiar fondos su dinero tiene una alta probabilidad de que se esté convirtiendo a USD y (el equivalente) se esté transfiriendo o intercambiando.
Siempre hay que intentar comerciar en la moneda local, y tratar de tener un mínimo de gastos en moneda local cuando se sale del país (a menos que se prevean visitas frecuentes a ese destino). Volver a convertir la moneda local puede ser más caro que cambiarla a la divisa; sin embargo, se puede obtener algún respiro de este doble golpe, ya que algunos cambistas ofrecen una tasa de recompra garantizada, pero sólo en un par de días desde la transacción inicial.
Sin embargo, hay algunos problemas locales extraños. Algunos lugares no aceptan el billete de 100 dólares porque es el que más se falsifica, otros sólo aceptan billetes nuevos y rechazan los viejos (usados).
En todos los casos, se le garantiza lo siguiente:
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Las principales cadenas hoteleras aceptan gustosamente el dólar y le devuelven la moneda local a un tipo de cambio extremadamente inflado.
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Los comerciantes del mercado suelen ofrecer las mejores tarifas; a veces se denominan "tarifas del mercado negro".
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Los bancos y las casas de cambio pueden ofrecer mejores tipos de interés, si se trata de cambiar una cantidad importante de dinero; normalmente más de 15.000 dólares, pero esta cantidad varía.
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En el aeropuerto, las tarifas son caras en comparación con el mercado local.
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Los cajeros automáticos serán más caros que cambiar dinero en un banco o en una casa de cambio, porque normalmente hay costes adicionales relacionados con las tarjetas extranjeras, la red de cajeros e incluso el banco al que pertenece el cajero. Lo mejor es consultar con su banco, ya que puede ofrecer tarifas reducidas con algunas redes asociadas.
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El peor tipo de cambio que obtendrás es si entras en una tienda y quieres pagar con dólares (suponiendo que esto sea una práctica común en primer lugar). No sólo perderás el tipo de cambio, sino que te devolverán la moneda local como cambio.