Google es tu amigo, y el hecho de que seas de Estados Unidos, un país de habla inglesa, es una gran ventaja.
Ahora permítanme decir. Al visitar otros países, usted debe Consulte a su médico y la normativa local, ya que no todos los medicamentos pueden ser vendidos por un desconocido que entre en la farmacia. Es posible que necesite una receta internacionalizada, de la que se encarga el farmacéutico
La clave es encontrar el nombre genérico de la droga, que a menudo coincide con la nombre del (de los) ingrediente(s) activo(s) con la ayuda del paquete o en línea. En segundo lugar, usted tendrá que lidiar con la dosis.
Suponga que tiene una receta para... al azar... Solurex .
1. Encuentre el ingrediente activo, en inglés
Una búsqueda rápida de [nombre farmacéutico] nombre genérico revela que Solurex se basa en algo llamado Dexametasona .
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¡¡Acabas de lograr el 98% de tu trabajo!! . Ahora sólo hay que elegir el medicamento local correcto.
2. Traducir el nombre a cualquier idioma
¿Con la ayuda de un traductor en línea?
- Español: Dexamethasona
- Noruego: Deskametason
- Ruso:
- Hebreo:
- Chino simplificado:
Por supuesto, si su farmacéutico habla inglés podrá entender qué medicamento debe servirle. Recuerde que el farmacéutico quiere saber tanto el ingrediente o ingredientes activos como su dosis. Ayudé a encontrar el nombre del ingrediente.
La mayoría de los productos farmacéuticos, si no todos, son equivalentes a su medicamento genérico a pesar de tener un nombre comercial diferente. Así que puede comprar cualquier Dexametasona en cualquier lugar, aunque se venda con distintos nombres, siempre que la dosis coincida con la prescripción.
Conclusión
No espere que cualquier medicamento esté disponible fácilmente. Las jurisdicciones varían, algunos medicamentos no podrían estar autorizados en absoluto en el mercado de destino. Productos cotidianos sencillos como Aspirina (que es el nombre comercial), paracetamol (que es el nombre genérico que puede encontrar, por ejemplo, como Beechams Flu Plus Hot Lemon ) están, por supuesto, ampliamente disponibles y, en su mayoría, no requieren receta médica. Para medicamentos más específicos, como los anticancerígenos, los antidiabéticos o los salvavidas, es posible que tengas que comprarlos en casa y llevarlos contigo. De hecho, esta es la forma más segura.
Como último recurso, siempre puedes intente encontrar un médico local para que le den una receta, pero eso podría resultar difícil o caro dependiendo de su destino.