Soy consciente de que usted es un profesional muy ocupado y está acostumbrado a pagar a terceros por tareas especializadas con las que no está familiarizado. Sin embargo, debe tener mucho cuidado al hacerlo con los visados y la inmigración. Un error cometido por su contratista le afectará el resto de su vida. (Por ejemplo, verse obligado a marcar "sí" en la pregunta "¿le han denegado el visado alguna vez?", lo que conlleva un mayor escrutinio en cada futura solicitud de visado).
Como tal, su concepto de confiar su solicitud de visado a una agencia de viajes es una temeridad. No son abogados de inmigración, y están haciendo el trabajo "gratis" aparte. ¿Debería un asistente dental hacer su trabajo como extra gratis? Yo creo que no.
Yo le aconsejaría que lo hiciera usted mismo con sumo cuidado, o que encargara ese trabajo y sólo ese trabajo a un especialista cualificado, previo pago, y que revisara cuidadosamente todo lo que le presentara.
El error fatal en las solicitudes de visado es el "engaño", es decir, poner en la solicitud algo que no es correcto. Los agentes lo hacen con frecuencia cuando tienen prisa por redactar tu solicitud y no saben la respuesta a algo.
Una vez consumado el engaño, no hay forma de convencer a las autoridades de que se trató de un error honesto. Porque todo el mundo lo dice. (A menos, claro, que la información errónea te hiciera quedar mal, por ejemplo, que no eras propietario de una casa cuando en realidad sí lo eras; en ese caso aceptarían una prueba con una explicación de cómo se produjo el error. Pero a eso no lo llamarían engaño, lo llamarían no demostrar la intención turística).
Lo que busca principalmente inmigración es un conjunto de pruebas de que no tienes motivos para querer quedarte más tiempo del visado e inmigrar de hecho, depender de fondos públicos ("el paro"), buscar empleo, delinquir, quedarte sin dinero y no poder irte, etc. Ser médico o político, poseer una casa, tener dinero de sobra para el viaje, etc. son cualificaciones magníficas, ya que presumiblemente tienes una práctica exitosa que exige tu regreso. También lo es ser la esposa de una persona así.