Soy ciudadano británico y tomé un vuelo de Toronto a Dublín y luego de Dublín a Manchester, ambos con Aer Lingus.
Me sorprendió que me revisaran el pasaporte en Dublín por las autoridades irlandesas y luego no lo hicieran en Manchester.
Hubiera pensado que las autoridades irlandesas no habrían revisado a los pasajeros que ingresan a Gran Bretaña con el mismo nivel de preocupación que las autoridades británicas.