En la mayoría de los países hay alternativas. En Indonesia, Tailandia y Vietnam, me ha resultado útil alquilar ciclomotores con motores de menos de 100 cc. Aunque son regulado, y aunque tengo licencia, muy a menudo no me la piden.
Tres grandes ventajas sobre las motos: a. te sientes más cómodo conduciéndolas a 20-30 km/h (la mayoría alcanzan un máximo de unos 50): así tienes más tiempo para adaptarte al infernal tráfico urbano, corres menos riesgo de sufrir lesiones graves y te mantienes conscientemente alejado de las vías rápidas.
b. es pequeño: el infernal tráfico urbano también es lento a veces, y un ciclomotor más pequeño y ligero permite un mejor control. También es mejor en el trato con las carreteras en las costas de los balnearios y las islas - donde las carreteras pueden ser rudimentaria.
c. es barato - en un tráfico muy compacto, sin distancias de frenado, los conductores confían en un comportamiento predecible... un comportamiento que puede resultar contraintuitivo para los ciclistas turísticos. Los arañazos y abolladuras ocurren, y cuando ocurren, son más baratos.
La principal limitación es que no es una moto: tiene una autonomía y una eficiencia limitadas. Si quieres emular al Che Guevara o a Ewan McGregor, es mejor que te hagas con la mejor moto (y algo de experiencia en el manejo).